Valdemorillo proyecta su mirada a la Tauromaquia  en el arte de César Palacios y Fermín Vázquez,  casticismo y pasión por el toro junto a los detalles  más pintorescos en  una exposición para encontrarse con la Fiesta

Valdemorillo proyecta su mirada a la Tauromaquia en el arte de César Palacios y Fermín Vázquez, casticismo y pasión por el toro junto a los detalles más pintorescos en una exposición para encontrarse con la Fiesta

La popularidad y prestigio de ambos pintores late en la interesante selección de obras que reúne la muestra que se inaugura en la tarde de este viernes 24 de enero, tras la presentación de los carteles taurinos de San Blas 2020, y que podrá visitarse hasta el 9 de febrero en la Casa de Cultura Giralt Laporta

  • Como un observador de los entresijos del mundillo taurino que tan bien conoce, Fermín Vázquez también estuvo ligado durante décadas al coso venteño, donde llegó a ser, de modo circunstancial, monosabio y hasta puyero ‘oficial’. Su mano ha retratado a los grandes maestros, despertando emoción como la que mostró el Rey Juan Carlos ante la efigie que pintara de su madre, la Condesa de Barcelona. Óleos, acuarelas, a puro lápiz… la variedad de técnicas y el dominio de todas ellas permiten disfrutar de una obra capaz de revelar esos momentos íntimos de la propia Fiesta que de otra forma escaparían al ojo el público

Sensacional mano a mano de pintores taurinos el que brinda en plena presentación de sus dos corridas de toros San Blas 2020 un Valdemorillo que, decidido a demostrar que “la tauromaquia es Cultura con mayúsculas”, como gusta recalcar al Alcalde, Santiago Villena, quiere también abrir puerta grande con una cita con el arte de primera, el que lleva la firma de dos autores de reconocida popularidad y prestigio. Porque en la Giralt Laporta recalan desde este viernes 24 de enero, y hasta el próximo 9 de febrero, más de medio centenar de cuadros firmados por dos hombres que han sabido y querido mirar a la Fiesta de frente, para elevar a colectiva esta visión a través del pincel casticista, apasionado del toro, de Cesar Palacios, e igualmente gracias a la variedad de acuarelas, óleos, dibujos, de las incontables creaciones de un Fermín Vázquez convertido en una etapa de su vida en observador del mundillo taurino, de los entresijos de la propia Fiesta, pintorescos, íntimos, ajenos a menudo al ojo del aficionado.

Compartiendo no sólo su dominio de la pintura, sino su fuerte vínculo a la Monumental de La Ventas, ambos artistas portan en su haber la valiosa experiencia de vivir el callejón y pisar el mismo albero. Durante más de medio siglo, César Palacios fue el tan conocido arenero que no dejaba de rubricar, a cada instante,  un arte profundamente taurino. Porque los muchos atractivos que poseen los bravos, la luz, el ambiente, el colorido, la estética, todos están en sus cuadros, auténticas ventanas desde las que asomarse al toro para contemplarlo, valorarlo, disfrutarlo. En su dilatada trayectoria, jalonada de premios, menciones y condecoraciones, su estilo fue también evolucionando, para llegar a esa etapa más de corte impresionista con la que ha sabido poner el mejor de los broches a su talento pictórico.

Tan cercano igualmente a burladeros, monosabio e incluso puyero ‘oficial’ llegó a ser, de modo circunstancial, Fermín Vázquez, sobresaliente auténtico a la hora de retratar a grandes maestros, como Antoñete, Gregorio Sánchez, Fundi, Morante, entre tantos otros. Porque esta es una de sus grandes facetas, su don al legar la estampa de toreros, también de picadores y banderilleros, de tantos profesionales del toro en sus más diversos apartados. Pura emoción es la que despierta la ocasión, ahora, de acercarse a cuadros con su firma, como ya ocurriera en su día con el que inmortalizó la efigie de la Condesa de Barcelona, capaz de despertar gran sentimiento de su hijo, el Rey Juan Carlos, ante el acierto de esta obra.

El arte sacro tomó el testigo para dar paso a la otra gran vertiente en el haber artístico de Fermín, autor capaz de llevar su nombre por todo el mundo, consciente en que entre la afición siempre tendrá su lugar de honor por la detallada y especial mirada que brindan sus dibujos y lienzos. Más de cuarenta entre sus innumerables trabajos se mostrarán así, en Valdemorillo, como invitación a observar la esencia taurina. Y es que esta exposición ‘al alimón’ promete emoción y hacer vivir esta tauromaquia realmente sentida y recreada con mayúsculas.

Organizada por el Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Educación y Cultura que gestiona Eva Ruiz, la muestra puede visitarse de lunes a viernes, de 10 a 14,00 y de 16,00 a 20,00 h., y sábados y domingos, de 11,00 a 13,00 h.