



Originales personajes, espectáculo y muchas sorpresas llenaron los espacios y jardines de la Giralt Laporta, llegando también a la plaza peatonal de la calle La Paz. Respetando al máximo las medidas preventivas y de seguridad, se logró el objetivo de brindar momentos de merecida alegría a los más peques en un 5 de enero que brilló entre el entusiasmo y la esperanza haciendo disfrutar al máximo de asistentes permitido, más de 600, que disfrutaron, en recorridos en grupos reducidos, de esta audiencia tan especial con Gaspar, Melchor y Baltasar, llena de simpatía, colorido y las grandes protagonistas del día, las miradas y sonrisas infantiles
Organizado por la concejal de Educación y Cultura, Eva Ruiz, junto con el personal de la Casa de Cultura, el evento suplió con éxito la habitual Cabalgata, “prolongándose durante cuatro horas, sin aglomeraciones y haciendo posible una celebración tan esperada por nuestros escolares y sus familias”
Entre fantasía, colorido y muchas sorpresas. Los Reyes Magos llegaron este 2021 a Valdemorillo para regalar una tarde de alegría a los niños y niñas que tuvieron ocasión de encontrarse personalmente con Melchor, Gaspar y Baltasar en un 5 de enero que, a falta de la tradicional Cabalgata, supo despertar igualmente las emociones de los más pequeños, y, sobre todo, esas miradas y sonrisas infantiles que son siempre las verdaderas protagonistas en una fecha tan entrañable. Originales personajes, espectáculo y una cuidada ambientación supieron combinarse a la perfección con el cumplimiento de todas las medidas de seguridad, llenando los espacios y jardines de la Giralt Laporta, incluso la plaza peatonal contigua, de una ilusión que plasmó el éxito de la convocatoria.
De forma muy ordenada, sin aglomeraciones, el evento organizado por la concejal de Educación y Cultura, Eva Ruiz, junto con el personal de Casa de Cultura, estuvo envuelto de un toque muy especial. Porque nada faltó en una fecha tan entrañable, en la que tanto el alcalde, Santiago Villena, como la responsable del área y demás corporativos también se acercaron a saludar a los Magos y compartir el momento, unos instantes llenos de sueños y entusiasmo que le pusieron el mejor prólogo al Día de Reyes.
Y es que, tal como se anunció semanas atrás, cuando comenzaron a reservarse en la propia Casa de Cultura y en función del orden de solicitudes recibidas las entradas disponibles para formar parte del cupo de grupos de 20 personas máximo que, a intervalos de diez minutos, tuvieron acceso, dadas las características del acto programado y sus contenidos, en total fueron hasta cuatro horas de actividad ininterrumpida las que abarcó esta peculiar recepción de los tres Magos, que incluyó números de acrobacias y otras simpáticas representaciones a lo largo del ‘circuito’ por el que sólo se pudo avanzar en un sentido, respetando protocolos pero sin restar por ello el gran ambiente que acompaña este tipo de celebración “tan esperada siempre por nuestros pequeños, también por sus familias, y que desde este Ayuntamiento hemos procurado garantizarles en las mejores condiciones posibles, demostrado una vez más que la cultura es segura”, como asegura la concejal.
De hecho, y según los datos aportados por la concejalía, “fueron más de 600 las personas que vivieron esta experiencia”, una propuesta escénica que contó con la participación de la compañía Halé Hop, llegado a ofrecer cinco mini espectáculos y animaciones de alta calidad y cuidada estética. Desde una pareja de árboles enamorados a seres mágicos del bosque, bailarinas, payasos malabaristas y animales fantásticos, la ‘magia’ de esta fecha asomó en esta auténtica tarde para la ilusión, los sueños y el entusiasmo, que a la compleja organización que requiere este tipo de propuesta sumó la importante colaboración brindada por otras áreas municipales. Un esfuerzo y atenciones que Ruiz también ha querido agradecer, destacando la labor prestada por Policía Local y Protección Civil, así como por los voluntarios que guiaron y acompañaron a los grupos por el recorrido, el personal de limpieza que se ocupó de desinfectar sillas tras cada pase y los operarios de servicios que colocaron asientos y estufas, “porque entre todos se logró que los pequeños se encontraran con los tres Reyes y se sorprendieran a lo grande, el mejor regalo que podían hacernos”.


