El Ayuntamiento de Valdemorillo mantiene su apuesta por impulsar el conocimiento y pervivencia de este baile como parte de las señas de identidad local. Así, y ante la cercanía de las Fiestas Patronales a celebrar a comienzos de febrero, las aulas de la Casa de Cultura se abrirán a todos para que niños, jóvenes y adultos compartan experiencia y se sumen a la hora de conservar “una costumbre que forma parte de nuestra historia y del patrimonio local”
- A impartir por Noelia Bravo, estas ‘lecciones’ se podrán seguir gratuitamente, entre las 11,30 y las 13,00 horas, sirviendo también como ensayo cara al Concurso que desde hace décadas premia, precisamente en el día del santo patrón, a los mejores a la hora de interpretar esta danza por parejas, especialmente vistosa y muy arraigada en esta parte de la región
- Para más información e inscripciones los interesados deben dirigirse directamente a la Giralt Laporta
Tradición y Patrimonio. Aprender a bailar el rondón en Valdemorillo tiene su doble objetivo, de un lado, hacer valer precisamente ese baile tradicional, luciendo los mejores pasos del mismo en el concurso que se celebra por San Blas, y de otro, evitar que esta parte de la historia local y del legado patrimonial forjado por la costumbre se pueda perder. De ahí que, estando ya cercanas en el calendario las Fiestas Patronales de esta localidad, de las más madrugadoras al celebrarse en torno a las festividades de los santos patrones, 2 de febrero la Virgen de las Candelas, y el 3, San Blas, el Ayuntamiento, a través de su Concejalía de Educación y Cultura, ya tiene programadas las clases donde la popular danza puede comenzar a sumar nuevos nombres entre quienes la practican, ya sea entre los más jóvenes como por aquellos que se quieran decidir ahora a conocer cómo se ejecuta correctamente este vistoso baile, siempre en pareja, siempre elevando los sones más típicos del lugar.
Porque nunca es tarde para aprender los pasos y bailarlo. Y así lo recuerda la Concejal Eva Ruiz, defensora del componente tradicional y la oportunidad que se brinda el poder difundirlo e impulsarlo a través de las propias aulas de la Casa de Cultura. Porque será en uno de estos espacios donde las impartirá Noelia Bravo, vecina de la localidad premiada en innumerables ocasiones por su conocimiento y dominio del rondón. En concreto, son tres los sábados de enero, el 11, 18 y 25 este primer mes de 2020, cuando cobre forma esta enseñanza, dedicando dos horas a la misma, de 11,30 a 13,30 h.
De carácter gratuito, esta actividad trata de poner en valor este elemento tan destacado entre las señas de identidad local, un baile con especial arraigo, además, en esta parte de la región donde, al igual que en tierras de Ávila, Segovia y Toledo, se presenta como ‘ingrediente’ esencial en algunas de las celebraciones festivas más singulares de pueblos que, como Valdemorillo, siguen apostando por mantener e impulsar sus tradiciones. “Se trata de lucirlo por San Blas, en el concurso que organiza cada año este Ayuntamiento, pero también de animarse y bailarlo en otra de nuestras grandes jornadas de creación local, como es el domingo de romería que disfrutamos cada mes de junio en honor a la Virgen de la Esperanza”.
Así, y desde la clara apuesta que se hace a favor de esta parte del folklore popular, se insiste en que todos, tanto niños como jóvenes y adultos, están llamados a participar, sumándose a la idea que mueve a impartir estas clases, y que no es otra que el fomento de un uso cultural que, como éste, “desde luego merece ser conocido, para que, también entre todos, demos el paso y sepamos garantizar su pervivencia en el tiempo”.
Para más información, los interesados pueden inscribirse en la Casa de Cultura. No en vano, estas clases servirán de preámbulo y ensayo a esa tarde el 3 de febrero cuando, viviendo la tradición, el rondón cobre el protagonismo que le corresponde y se repita de la imagen, cuando las parejas salgan a la pista, ellas ataviadas con sus faldas de fieltro rojas, verdes y amarillas, parte fundamental de del traje de serrana que completan corpiños, enaguas con pololos y delantales. Una indumentaria que tiene su réplica, en la versión masculina, esto es, en el pantalón bombacho negro, con su faja roja a la cintura, camisa blanca y chaleco igualmente negro. Ataviados así, y calzando las consabidas alpargatas, unos y otras continuarán haciendo especialmente vistoso y bien visible un baile tan ligado a este pueblo.