Depositando una corona de laurel mientras se elevaban las notas del himno nacional, el acalde y la diputada autonómica María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco, inauguraron este 16 de julio el nuevo emplazamiento que dignifica el monumento que es “expresión del amor y el respeto a la libertad y a España”. La emoción visible en todos los presentes ha marcado esta primera parte del acto que ha estado presidido por la viceconsejera de Justicia y Víctimas de la Comunidad de Madrid, quien ha subrayado cómo se consiguió “dar voz a los que guardaban silencio”, apelando “a lo importante que es que los demócratas seamos fuertes y estemos unidos”
· El regidor aprovechó un momento tan señalado para anunciar su intención de proponer que “este espacio emblemático, vinculado por diversos avatares a la historia local y donde desde ahora la enseña española acompaña al merecido reconocimiento a los hombres y mujeres que han sufrido la barbarie y sinrazón terrorista pase a denominarse Jardín de la Paz”
Coincidiendo con el XXIV aniversario del secuestro y asesinato de su hermano a manos de ETA, María del Mar Blanco ha reclamado “la vuelta a ese grito de basta ya”, agradeciendo “el compromiso por contribuir a que la memoria de tantos inocentes no caiga en el olvido y hacer que las víctimas no nos sintamos solas”
· La proyección del documental ‘Aquellos días de julio” y la visita guiada por la exposición ‘La voz de la Manos Blancas’ han completado un acto donde no ha faltado la mención a la familias del municipio que han sufrido directamente esta lacra, y que ha demostrado que “aquí no cabe el olvido y sí reafirmarse en los valores y principios de unas víctimas en cuya fortaleza ética y política se cimenta la sociedad libre y democrática de la que nos sentimos orgullosos”
“Más que un monumento, con este monolito perpetuamos el sentimiento de amor y respeto a la libertad y a España que hicieron valer, por encima de su propia vida, las víctimas del terrorismo”. Este ha sido el ‘latido’ que ha recorrido a todos los presentes en el momento de ser inaugurado el monumento que desde ahora se erige en su nueva ubicación, en un emplazamiento con el que el Ayuntamiento ha querido “dignificar como corresponde esta expresión de homenaje a todos los hombres y mujeres que sufrieron la barbarie terrorista”. Porque una vez depositada la corona de laurel de manos del alcalde y de María del Mar Blanco, gesto que estuvo envuelto en los acordes del himno nacional, el regidor intervino para subrayar la importancia de este momento tan señalado, erigido en “memoria, dignidad y justicia” de todas y cada una de estas víctimas, “porque aquí no cabe el olvido, sólo cabe recordar las manos blancas alzadas para defender nuestra España libre y democrática”.
Insistiendo en que “ante la sinrazón no puede haber impunidad y frente a la violencia hay que mantener el rechazo unánime, contundente, de todos los demócratas”, Santiago Villena ha tenido palabras de recuerdo para el joven edil del PP de Ermua de cuyo secuestro y asesinato se cumplen 24 años, destacando que “Miguel Ángel Blanco es un referente moral que está vivo y en el que hemos de mirarnos para seguir fortaleciendo el Estado de derecho”. Igualmente, el primer edil ha agradecido especialmente la presencia de su hermana, María de Mar, “por su firmeza desde le primer día, su incasable labor y su entrega decidida para honrar siempre la memoria de los justos”.
A su vez, la diputada autonómica y presidenta de la Fundación Miguel Ángel Blanco ha reclamado “la vuelta a ese grito de basta ya”, agradeciendo “el compromiso de este alcalde y este pueblo por contribuir a que la memoria de tantos inocentes no caiga en el olvido y hacer que las víctimas no nos sintamos solas”. Un discurso al que ha seguido la intervención de la viceconsejera de Justicia y Víctimas, Yolanda Ibarrola, quien con su asistencia y participación ha hecho patente el respaldo de la Comunidad de Madrid a este “merecido homenaje”, en el que ha querido expresar la importancia de aquella movilización social “que consiguió dar voz a los que guardaban silencio”, apelando “a lo importante que es que los demócratas seamos fuertes y estemos unidos”, para finalizar con las dos palabras que también ha querido repetir “basta ya”.
Tarde, por tanto, del todo especial la vivida este viernes, que el alcalde aprovechó también para anunciar su intención de pasar a denominar como Jardín de la Paz este espacio situado en pleno corazón urbano de Valdemorillo, “tan emblemático por los diversos avatares de la historia local vinculados al mismo”.
La notas de violín y viola interpretando partituras de Bach y Sibelius acentuaron la emoción compartida por los presentes en esta primera parte del acto que quedó completado, ya en el interior de la cercana Casa de Cultura, con la proyección del documental ‘Aquellos días de julio’, un valioso testimonio que acerca lo vivido aquel julio de 1997 en el que nació el Espíritu de Ermua que “sigue igual de vivo que la necesidad de entender lo que realmente significan ética y políticamente las víctimas del terrorismo”. De hecho, el punto final a este intenso homenaje a todas ellas lo puso la visita guiada por la exposición ‘La voz de las Manos Blancas’, en la que Cristina Cuesta, como directora de la Fundación, fue detallando el sentido de cada uno de los 22 paneles fotográficos que componen esta muestra, una impresionante selección de instantes que enseñan a todos, “y especialmente a los más jóvenes”, el daño producido por la banda terrorista ETA y el modo en que la sociedad supo movilizarse en defensa de la libertad y la democracia.
Finalmente, ha sido la concejal de Educación y Cultura, Eva Ruiz, quien ha recibido personalmente, en nombre del Consistorio, el lote de libros entregados por la propia Fundación Miguel Blanco, responsable de la muestra que puede visitarse hasta el 25 de agosto, para que pasen a contarse entre los fondos de la Biblioteca Municipal. Un gesto que la edil ha agradecido especialmente y al que siguieron las notas de la pieza de Mozart con la que se despidió el acto.