Raúl Sansegundo,  primer valdemorillense en jugar en Segunda B, “debemos valorar el pueblo que tenemos,  sus instalaciones y su espectacular campo de fútbol”

Raúl Sansegundo, primer valdemorillense en jugar en Segunda B, “debemos valorar el pueblo que tenemos, sus instalaciones y su espectacular campo de fútbol”

Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, afronta ahora “el salto más grande”, preparándose ya para iniciar en septiembre pretemporada con el Melilla. Con la humildad que considera imprescindible en todo jugador, Sanse no olvida sus inicios, sabe de la importancia del deporte base y, no lo duda, apunta la necesidad de lograr que “Valdemorillo tenga su equipo y una Escuela donde aprender conocimientos básicos y, sobre todo, disfrutar, tenemos el mejor espacio y equipamiento para ello”

  • Luchador, no da balones por perdidos y a sus poco más de 20 años se apunta el tanto de la gran experiencia vivida en el club blanco, sabe bien lo que es remontar lesiones sin perder nunca el sueño de llegar a debutar en primera y no ha dejado que el confinamiento frene su voluntad. Ahora vuele a entrenar, aplaudiendo iniciativas como el RESET, para reactivar la emoción por competir, y agradeciendo que desde este Ayuntamiento “se dé el impulso y reconocimiento que el deporte se merece, porque es muy importante para todos”

En estos días, cuando se cumple un año de su marcha del Real Madrid, donde creció como futbolista y como persona formándose en las categorías inferiores, haciendo patentes sus dotes con el balón, velocidad, movilidad y buen toque goleador, Raúl Sansegundo, Sanse, sigue sumando experiencia a su trayectoria, una andadura que sigue mirando a Primera, esa división de honor que le gustaría alcanzar. Su paso por el Jerez le devolvió la ocasión de coger minutos y volver a jugar tras las lesiones de rodilla que le mantuvieron en dique seco ese tiempo que se vuelve interminable, pero el cambio tan brusco, tan radical, que supuso pasar de hacer deporte todos los días a no poder salir de casa volvió a ponerle difícil la ansiada progresión en busca del ascenso. Sin embargo, ese carácter que él mismo tacha de luchador, le permite avanzar, porque si algo tiene claro es que no es “de los que se paran ni de los que dan balones por perdidos”. Por ello, estos meses de confinamiento siguió ejercitándose, ‘tirando’ de entrenadores virtuales y ahora vuelve a la carga, preparado para llegar en las mejores condiciones al estreno de su nuevo desafío. Porque ya en breve, Valdemorillo verá debutar al primer jugador de esta localidad que dispute clasificación en Segunda B. “Un cambio importante, el salto más grande, porque el fútbol de tercera que practicaba no tiene nada que ver con lo que toca afrontar ahora”.
Y es que realmente el calendario le acerca el momento esperado y en septiembre Sanse arrancará pretemporada con el Melilla, con el que firmó contrato por tres años y del que se fue cedido al Jerez “precisamente para jugar todo lo que necesitaba”, aunque el COVID-19 irrumpió para dificultar aún más el objetivo en este 2020 tan atípico, capaz de acabar con cualquier previsión. Pero con esa humildad que le caracteriza, que como insiste Raúl debe ser seña de identidad de todo buen jugador, el valdemorillense ha vuelto a encarar la realidad con la entereza que también aprendió en los seis años de permanencia en el club blanco, etapa de la que guarda grato recuerdo y de la que se queda especialmente “con lo mucho que me ha dado la gente que me ayudó cuando peor lo estaba pasando, los medios con los que conté para hacer posible la recuperación, y, en general, con lo grade que es un club como el Madrid, con un ritmo de competición extremo, donde van los mejores y donde siempre tienes que dar lo mejor que tengas dentro para poder estar allí”. Y así, este delantero nato, que comenzara dando sus primeros pases en Valdemorillo, para pasar después al Brunete, sobre el que pusieron rápido su foco los ojeadores del Madrid y del Villarreal, aunque su elección de fichar por los merengues estuvo más que clara desde el principio, afronta ilusionado y muy motivado este presente de nueva normalidad y nuevos retos, confiando en mantener el acierto de su pierna buena, la derecha, y seguir batiendo portería. Humilde, siempre humilde, “porque tienes que saber dónde estás y que te bajen los pies a la tierra”, como bien aprendió entre los madridistas, Sanse se alegra también por llevar el nombre de Valdemorillo a la Segunda B. Es más, insiste en destacar que “debemos valorar el pueblo que tenemos, contamos con un campo espectacular, grande y emplazado en un lugar natural único, unas instalaciones muy buenas para poder contar con una escuela donde los chavales, desde bien temprano, vayan a jugar al fútbol y a pasarlo bien, a coger los conocimientos básicos, pero también a disfrutar”. Porque, como asegura Raúl, resulta difícil olvidar los buenos momentos vividos con sus amigos en aquellos primeros partidos.
Por ello, porque el deporte es en sí mismo una escuela de valores, “y porque hay que remontar cuanto antes la situación actual”, para Sanse resulta también fundamental que se organicen eventos como el RESET, que tanta expectación despertó a la hora de volver a brindar la emoción por competir, y agradece el esfuerzo del Ayuntamiento, y en particular el que se sigue desde la concejalía que gestiona Miguel Partida, por garantizar como un auténtica prioridad el impulso y el fomento a la práctica deportiva, “un reconocimiento que el deporte se merece, porque, a nivel de vida, y por todo lo que aporta, es muy importante para todos”.
Así, y a la espera de seguir su evolución en la tabla saltando ya a los terrenos de la Segunda B, el propio Partida anima al jugador “a continuar dando motivos de alegría a este municipio, donde estanos orgullosos de contar con jóvenes promesas como Raúl Sansegundo, que son un ejemplo a seguir por los más pequeños y que nos sirven de estímulo para continuar trabajando en pro del deporte”. Y la repuesta de Sanse vuelve a resonar igual de firme, “ojalá que pueda seguir compartiendo las historias y logros que me vayan surgiendo en adelante, se trata de seguir puntuando alto”.