• El carácter artesanal del belén premiado, con todos sus elementos, salvo las figuritas, realizados a mano por esta vecina y su familia, ha sido el aspecto más puntuado por el jurado, que le pone así nombre propio al resultado de esta primera edición que, como destaca el alcalde, “sienta las bases para seguir despertando la participación y lograr que cada año sean más las personas que se animen a apuntarse” 

El esfuerzo y la ilusión tienen su recompensa. Y prueba de ello es el sabroso galardón entregado a la ganadora del concurso de belenes con el que este Ayuntamiento da una muestra más de su voluntad de contribuir al respaldo y fomento del valor que entraña toda tradición. En la misma Casa de Juventud desde la que partió la convocatoria, el alcalde hizo entrega este lunes, 25 de enero, del premio que, en forma de un gran surtido de ibéricos, con paletilla, chorizo, salchichón lomo y queso semicurado incluidos, llegó a manos de María Luisa Gamella Aguilar, reconociendo así el buen trabajo que, implicando además a toda la familia, dio lugar a una recreación de la escena del nacimiento con una ambientación clásica muy cuidada, en la que, a excepción de las figuritas, todos los elementos fueron realizados a mano, y donde hasta el mínimo detalle contribuyó al gran resultado final que ha merecido así la máxima distinción por parte del jurado.   

Además de agradecer la creatividad y disposición mostrada, tanto por esta vecina de Valdemorillo y sus familiares, como por el resto de los inscritos, el regidor, Santiago Villena, que en este sencillo acto estuvo acompañado por el concejal del área organizadora, Miguel Partida, y otros miembros del ejecutivo local, aprovechó para insistir en la importancia de esta primera edición del certamen, “de forma que se vaya despertando cada vez más la participación, logrando con ello el verdadero objetivo del certamen, recuperar esta bonita tradición navideña”.  

De hecho, el nuevo concurso, surgido con esta clara voluntad de fomentar la cultura belenista “para que nos se pierda en nuestra localidad”, recoge en sus bases los criterios que facilitan al máximo la inscripción, sin fijar limitaciones, ni en relación al tamaño de estas creaciones ni respecto a los distintos tipos de material que pueden emplearse, como puedan ser la escayola o el barro, papel y madera, luces e, incluso, elementos reciclados, entre tantos otros, dando también plena libertad a los autores para recrear paisajes y edificaciones de cualquier época y lugar. En suma, que esta “es una convocatoria abierta especialmente a la originalidad y el ingenio para continuar disfrutando, cada año, de montajes artísticos como el premiado”, y que, además, sean una expresión a favor de valores como, la solidaridad, la interculturalidad y el propio respeto al medio ambiente, entre otros. A este respecto, se confía en ir sumando la implicación de los comercios y demás establecimientos “para contar con todos en esta apuesta por el mantenimiento de nuestras tradiciones”.