Es la primera vez que se pone en marcha una iniciativa de este tipo en el municipio porque, como explica el alcalde, Santiago Villena, “gracias a la acción de estos animales se elimina gran cantidad de restos vegetales altamente inflamables, reduciendo riesgos y contribuyendo a preservar el patrimonio natural que es uno de los principales activos de nuestro pueblo”
Los 200 ejemplares de la raza autóctona, la cabra de la Sierra de Guadarrama, y medio centenar de ovejas mestizas que pastan ya en las zonas verdes de Cerro Alarcón asegurarán el desbroce natural en las urbanizaciones de Valdemorillo, despejando de vegetación terrenos de difícil acceso para otro tipo de intervenciones por su orografía
Como responsable de la idea, la concejalía de Seguridad, Medio Ambiente y Mantenimiento Urbano supervisa estas labores temporales de pastoreo, para las que se cuenta con los respectivos permisos de la Dirección General de Agricultura de la Comunidad de Madrid para el traslado del rebaño a los distintos enclaves donde pastará el tiempo que resulte necesario para su desbroce
La combinación de una actividad tradicional que de siempre ha resultado fundamental para el cuidado y preservación del medio ambiente, como lo es el pastoreo, con el objetivo de reforzar las labores preventivas destinadas al desbroce y limpieza de espacios donde la presencia de abundante vegetación resulta un claro peligro ante cualquier conato de incendio da como resultado la nueva medida que acaba de poner en marcha el Ayuntamiento para la creación de cortafuegos naturales. Una alternativa “especialmente sostenible y generadora de biodiversidad” que, además, permite actuar en terrenos que, por su orografía, entrañan especial dificultad para el acceso de maquinaria para su limpieza. Y es que a iniciativa municipal, a través de la concejalía de Seguridad, Medio Ambiente y Mantenimiento Urbano, se ha optado por recurrir al pastoreo de cabras para despejar de maleza, ramaje y demás restos vegetales las zonas verdes de las extensas urbanizaciones que se distribuyen por el término municipal, donde, dada su situación en entornos de alto valor ecológico, esta novedosa actuación a nivel local “se hace más prioritaria, especialmente ahora, ante el inicio del verano y, por tanto, durante la época de mayor peligro de incendios forestales”, según subraya el regidor.
La acción de los 200 ejemplares de una especie que, además, está en peligro de extinción, como la cabra de la Sierra de Guadarrama, así como de 50 ovejas mestizas, ya se está haciendo notar en las áreas verdes de la urbanización Cerro Alarcón donde desde el 26 de mayo están pastando, guiadas por Elsa Fernández, pastora que cuida del rebaño. A su paso, los animales van ramoneando arbustos, matojos y demás plantas, de modo que, como explica el concejal del área, Miguel Partida, “eliminan el ‘combustible’ del que se alimentan los incendios, sin emisiones contaminantes, rápida y eficazmente”. De hecho, en el caso de Valdemorillo, provisto de tantas zonas de bosque y monte, el edil insiste en considerar el pastoreo “como la forma más idónea para la prevención de los incendios”. A este respecto, añade que “la ganadería extensiva ha demostrado ser una gran aliada para luchar contra el cambio climático porque contribuye a la protección de pastos, importantes sumideros de carbono, reduce el riesgo de incendio extremo y genera paisajes únicos y diversos, como las dehesas. Sin embargo, el pastoreo está en peligro de extinción”.
Estas labores de pastoreo se mantendrán temporalmente hasta completarse el desbroce, contando con las preceptivas autorizaciones, quedando supeditados el traslado y estancia del rebaño a los permisos de la Dirección General de Agricultura.
En cuanto al resto de medios con los que se cuenta en el municipio para combatir los incendios, cabe recordar la presencia de la base helitransportada, que ya está operativa desde el 10 de mayo, y el trabajo que prestan los voluntarios de Protección Civil, para el cuentan con varios vehículos contraincendios.