Una tos que interrumpe la interpretación de una hermosa composición de Dimitri Shostakóvich y unos músicos que se conjuran para acabar como sea con el desaprensivo tosedor que viene saboteando sus actuaciones. Este es el argumento de una comedia y también de un concierto, de una auténtica “gamberrada sinfónico-policiaca” que divertirá a los espectadores de todas las edades que este sábado se apunten a una velada muy especial en el Auditorio de Valdemorillo. Sobre sus tablas, ‘El misterioso caso del asesinato del tosedor de conciertos’, montaje basado en la obra escita por Enrique García Revilla, viola de la Sinfónica de Burgos, titulada ‘Los cafés de la orquesta’, segundo premio internacional de narrativa Fray Luis de León, adaptada por Irene Alonso para su interpretación. Se da la circunstancia, además, que este libro ya se inspiró en ‘Las tertulias de la orquesta’ de Héctor Berlioz, célebre compositor francés al que rinde así homenaje.

Y para poner voz y compases a esta peculiar representación, un plantel de intérpretes de los que saben ganarse el aplauso de los asistentes, contando para el apartado musical con la Carlocamerata, surgida el pasado año del entusiasmo de unos jóvenes madrileños, alumnos del Centro de Pedagogía Musical Cuatro Cuerdas, y de su profesora Carlota Alonso. Ellos acercan así el resultado de la labor que se sigue en estas aulas, que basan la enseñanza en el método Suzuki, consistente en el aprendizaje de la música a una edad temprana. Tras formar parte de diferentes orquestas y grupos de música de cámara, la directora de la Carlocamerata viene centrándose en el trabajo docente, decantándose por impartir sus clases siguiendo únicamente el citado método.

Dándoles la réplica como actores, Santiago Herranz se meterá en el papel del protagonista, completándose el reparto con Alberto Sagredo convertido en comisario, Celia Bornemann como flautista siciliana y Luisa Franch haciendo de médico forense.

Todos ellos llenarán así de acordes y mucho humor la velada que dará inicio a las 20 h y durante la que, “siempre que el tosedor lo permita”, se podrán escuchar, entre otras obras, el Intermezzo de cavalleira rusticana de Mascagni, El Choclo de Ángel Villoldo y Polis dance de Edmund Severn, así como diversos fragmentos de composiciones de Lully, Vivaldi, Bach, Haendel, Mozart, Beethoven, Weber, Schumann, Brahms y el ya citado Shostakóvich.

En suma, “una propuesta muy singular, pensada para un público familiar, que esperamos registre buena acogida”, como apunta la concejal del área, Victoria Gil, que igualmente destaca el carácter gratuito de esta función.